Amelia vive con pasión su trabajo, una profesión vinculada directamente a los sentimientos de las personas, ya sea de alegría o de tristeza, y se siente afortunada de compartir esos vínculos con sus clientes. El Día de los Enamorados, el Día de las Madres y el Día de los Difuntos la floristería se convierte en un centro de peregrinación donde encontrar la flor precisa para celebrar el amor, el cariño o los recuerdos.

Le damos las gracias a Amelia y a su familia, por el cuidado y la sensibilidad que le ponen a su trabajo, atendiendo cada día las demandas, tanto de los vecinos como de los turistas que visitan nuestra ciudad. Mucha suerte y éxito al equipo humano de Flores de Arucas y que nunca falten las flores bonitas en Arucas.